A continuación aparecen algunas de las ideas más importantes del capitulo III del Emilio de Rousseau, así como una crítica a sus afirmaciones:
Resumen
Los
niños pasan del llorar al hablar. Dirá que un niño cuando está solo y se golpea
o se hace mucho daño es poco probable que llore, por eso cuando se haga algo
hay que esperar un rato hasta ir a ver qué le pasa. También el niño debe
aprender a padecer. Si no lo aprende no le esteremos preparando para el dolor
cuando sea mayor. Nunca deberemos instruirle en aquello que pueden aprender
solos.
Todo
deseo supone una privación, nuestra miseria consiste en que nuestros deseos no
están en proporción de igualdad con nuestras facultades. Cuando un hombre se
contenta con ser lo que es, es más fuerte, y muy flaco cuando se quiere estar a
más altura que la de su humanidad. Hay que vivir según nuestra naturaleza, ser
sufrido y no ir a los médicos pues estos no te evitaran de la muerte. Rousseau aconseja vivir hasta tu última hora.
El
hombre es fuerte y el niño es débil. Por lo tanto el hombre debe tener más
voluntades y el niño más voluntariades. Ningún padre tiene derecho a mandar a un
niño a algo que no le puede sacar
provecho, pero los niños tienen la libertad delimitada por su debilidad. Hay
dos especies de dependencias la de las cosas, que nace en la naturaleza; y la de
los hombres, que se debe a la sociedad. El niño tiene naturaleza para
fortalecer el cuerpo y nunca deben ser contrariadas, por lo tanto la naturaleza
quiere que los niños sean como tales antes de llegar a hombre. Si lo invertimos
estaremos produciendo frutos precoces que no tendrán madurez ni gusto.
Inculcar
a los niños la obediencia, puede traer consigo imponerles una obligación de la
que no están convencidos, enseñarles a que se hagan disimulados y falsos. La
peor educación es aquella que deja que fluctué entre su voluntad y la vuestra.
Hay
que evitar decir a nuestros alumnos lecciones verbales de ninguna especie,
solamente la experiencia debe dársela, ni le impongáis ningún tipo de castigo,
ni tampoco hacerle de pedir perdón. Desviar del niño todo cuanto su aprendizaje
es costoso, la más útil regla de la educación no es ganar tiempo, sino
perderle.
Cada niño presenta un genio particular, que es
necesario conocer. Hay caracteres blandos y pacíficos que se pueden conducir
sin peligro hasta muy lejos de su primera inocencia; pero también hay algunos
violentos, en los que se hace necesario apresurarse a hacerlos hombres.
Las
lecciones deben considerarse más en acción que en discurso, porque con
facilidad se olvidan de lo que le han dicho u oído, pero no de lo que han
hecho.
Nunca
se les debe dar a los niños un castigo como castigo, sino que lo debe siempre sobrevenir
como natural, consecuencia de una mala educación. Hay dos especies de mentira
la de hecho y la de derecho, relativo es lo futuro. Se puede deducir que todas
las mentiras de los niños son obra de los maestros, al querer enseñarles que
digan la verdad es querer enseñarles que mientan. Si se quiere que sea fiel en
cumplir su palabra se debe ser discreto en exigírselo. Los profesores deberán
de ser buenos, para que los comportamientos se graben en la memoria de los
alumnos.
Hay
que tratarles acorde a su edad, no juzgarlos ni para bien ni para mal. La
aparente facilidad de aprender de los niños es causa de que se pierdan. Vemos
que esta misma facilidad es prueba de que nada aprenden, estos repiten como un
espejo los objetos que se le presentan, pero nada se retiene.
La
memoria y el racionalismo son dos facultades esencialmente distintas, no se
desarrolla la una sin la otra. Antes de la edad de la razón el niño no recibe
ideas, sino imágenes.
También
señala que los niños deben aprender a leer cuando les sea necesaria la lectura,
hasta entonces solo hace fastidiarle. Además señala que los caprichos de los niños
no son obra de la naturaleza sino de una mala disciplina.
Afirma
que los niños deben llevar ropas para su edad. En general estos son abrigados
demasiado en el invierno, cuando lo que convendría es endurecerlos para el frio
y el calor. Cuanto más le familiaricemos con el dolor, los males de la especie,
los peligros y la muerte más le domesticaremos con las angustias que pueden
alcanzarle.
El
hombre tiene tres clases de voz: la voz hablada, la cantada y la acentuada.
Estas tres especies la tienen tanto los niños como el hombre. Señala que para
aprender música es importante saber componer, no basta con saber repetirlo, lo
uno no se sabe sin lo otro. Hay que empezar ejercitando al niño a que componga
frases sencillas.
Conservaremos
al niño su primitivo gusto lo máximo posible, su alimento debe ser sencillo y
común, para que su paladar se familiarice con sabores poco pronunciados.
Por lo tanto para Rousseau la educación se divide
en etapas en las que hay que respetar su naturaleza humana. Este considera la
infancia sin de errores y vicios, estos son adquiridos por el hombre en su
proceso de socialización.
Critica a sus afirmaciones
Algunas
de las afirmaciones expuestas por Rousseau pueden ser en cierto modo
cuestionables, también habría que tener en cuenta el pensamiento de la época.
De todas formas en su momento histórico estas afirmaciones fueron muy
innovadoras.
Uno
de los aspectos que indica es que los niños no aprendan hasta que lo necesiten,
por ejemplo la lectura no la aprenderán hasta los doce años. Yo creo que eso no
es posible pienso que esos aprendizajes se adquieren mejor en edades más
tempranas. Además en la sociedad actual la lectura es una herramienta
imprescindible.
Igualmente
dejar que cada persona aprenda por iniciativa propia será complicado, porque
muchos no adquirirán lo necesario para vivir en armonía en sociedad.
Otra
idea que afirma es que despidamos a los médicos porque estos nos causan dolor. Cosa
impensable actualmente donde la sanidad nos evita de muchos sufrimientos.
Tampoco
veo necesario acostumbrar a los niños a los sufrimientos de la vida, creo que
estos ya los irán describiendo y cuanto más estén sin desentrañarlos es mejor,
más tiempo vivirán felices.
Para
finalizar decir que muchas de sus propuestas son utilizadas hoy en día, como
promover el aprendizaje más en acción
que en discurso, este tipo de enseñanza se promueve en la actualidad.